martes, noviembre 23, 2004

La mejor felicitación llego una semana después

Muchas gracias Fer.

¨Y no encuentro más que ecos de una anterioridad que no creo sea mía. Sucede que acabo de ver tus postales, sucede que recordé los olvidos, y lo siento, lo siento mucho. Porque si bien no estoy muy al tanto de lo que pasa en el mundo, me aferro a él con las pocas voces que son mi ancla en este conglomerado de ideas e incertidumbres que se ha tornado mi vida; por eso acudo a tus postales. Te leo y muchas veces me partes el corazón en tres líneas y a la siguiente te reinventas y de alguna forma me llevas contigo y te agradezco el que aún en esta ausencia estes presente, y como podrás darte cuenta estoy dando giros para decir que olvide tu cumpleaños, pero no a ti.
Avanzo a tientas con las palabras, me he vuelto un tanto torpe, quiero pensar que se trata de algo normal -cosas de la naturaleza humana- y a punto de terminar con el día, y con el mes, y con el año, y con la vida tal como la conocia -por que ahora es muy otra cosa- me descubro entregado a una dulce nostalgia mientras miro ascender el humo de un único cigarro, abro una botella de vino chileno, me sirvo un poco, y tarde -el timepo no existe- un poco tarde quizá, brindo a tu salud.
Que bueno que existes.
¨

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