Tengo rato pensando en que momento una se vuelve la novia histérica, la esposa loca, la suegra metiche o la madre sobreprotectora, mas allá de que los hombres hablen de esto como el terror de sus vidas, sinceramente creo que difícilmente una mujer vive feliz en un estado de pánico constante.
Me he sorprendido alterada, histérica, deprimida, asustada por cosas simples que antes no me afectaban y tengo rato gritando sin ser escuchada, creo que eso nos pasa a todas.
Mujeres regañando niños , pidiendo a su parejas cosas simples como quitar los pelos del jabón o levantar la ropa sucia del suelo, esperando respeto de algún servidor público, aguantando la mirada de cualquier desconocido que le dice amiga, hablando mas fuerte que los demás para ser escuchada en su trabajo, teniendo que pedir a un hombre que interceda por ella ante el albañil, mecánico, plomero o contador para que se hagan las cosas como ella quiere, mujeres que no pueden expresar su sentimiento, ideología, sexualidad, enojo, opinión por miedo a ser rechazadas, agredidas, llamadas locas o neuróticas.
