Alguna vez escuche a alguien decir que no era necesario moverse para sentir la vida, a veces perezosamente quedándote donde siempre la vida llega y te da revolcones, no es necesario salir a partirte la madre ni ha parrandear por la noches (todas las posibles en la semana) para saber lo que es la vida y como son sus reglas.
Los demonios los traemos dentro y donde quiera que estemos ellos están, esperando tu momentos mas sensible y entonces atacan, bendito el lado obscuro en cada quien, porque es el que nos hace tocar tierra, sentir el dolor, saber que lo bueno es bueno, por naturaleza.
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