¿Recuerdas aquella noche que estuvo mas cerca que nunca la luna a nosotras? dejamos las cosas en el salón y salimos, el profesor de la siguiente clase vio como nos alejábamos apresuradas -lo sentimos vamos a ver al luna, dijimos no sé si inocente o sinicamente.
Con la cabeza aun revuelta y acelerada tras la clase de semiótica, un cigarro fue lo único que sacamos y nos tendimos en la azotea de la cafetería ¡qué alegría que me acompañes hoy! nadie hubiera sido mejor compañía, nadie mejor que dos mujeres que tengan nombre de luna, hicimos un ritual sin tener conciencia de ello, y ahora se que puedes ser mi amiga toda la vida, tú y tu familia, tú y tu compañero de vida, tú y tu descendencia, tu y todas las criaturas que habitan en tu cabeza y que después del sueño se hacen de papel y color.
Todas mis lunas de Octubre te las doy a ti, todas mis bendiciones también.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario