Con solo dos años de vida una pequeña le dio muerte a unos de mis juguetes preferidos de infancia, siempre llega alguien que acaba con todo. Pero a diferencia de otros tiempos ya no me afecto tanto la maldad, ahora tengo la cabeza en otro tipo de juguetes, mas grandes y mas divertidos.
Hoy de nuevo camine mucho, hice lo mismo del fin de semana pasado y con la misma persona, la idea de que alguien piense en darme un poco de su tiempo me gusta, porque cada vez es mas difícil que alguien lo haga, ahora realmente creo que estoy haciendo una buena adquisición, un juguete que no necesita ni pilas ni cuerda, camina por cuenta propia y llena los espacios de tiempo en los que no tengo nada pendientes por hacer y donde mi vida toca el limite.
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