Mariela Tardes Leves no deja de llover, el centro meteorológico ubicado en su corazón a predicho malos tiempos en todo el cuerpo al menos hasta el viernes , harta de cambios climáticos Mariela se busca razones para deshacerse del asunto, esas que realmente duelen pero que nunca sabes donde, esas que duelen en todos lados y en ninguno, esas que te dan dolores de pecho y de espalda y no te dejan mover, esas que te enfrían las manos y te hacen ver las cosas diferentes.
Esas que duelen en cualquier lugar que mire, en lo que respira y en lo que crece a su alrededor, en los caminos que pisa, le duele en los tobillos en la punta de los pies, le quita el sueño y el hambre, le quita la vida por segundos.
Tormentas eléctricas en la cabeza, chubascos en los ojos, inundaciones en las plantas de los pies, esta a punto de ser declarada zona de desastre.
Mariela duerme cada noche con la esperanza de despertar una mañana y sea otoño.
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