sábado, febrero 13, 2010

las hermosas imperfecciones

Camino acelerada por la calle, escucho música, sonrió, puedo oler aun mi perfume es temprano, tiene tiempo que no sueño despierta tiene rato que no sueño con nada, veras nada me apetece.

Pero he amanecido de buenas y en un momento me vienen imágenes de las historias que conozco busco historias perfectas, no existen, me gustan las texturas al trabajar y en todo lo que me rodea, la mesa descarapelada del mercado de pulgas mas cercano a casa, el retrato de mi madre joven, los libros que nos heredaron nuestros abuelos.

Las historias que me rodean están llenas de rasgaduras polvorosas, hermosos mal bordados, tachones inolvidables y lentejuelas viejas.

En un collage una chica llora por su cuerpo que envejece y se deteriora mientras pide tener sexo, el mejor, mientras su amante muere de celos sin saber que en la cama hay alguien mucho mejor, un escritor trata de conseguir su mejor texto alejado de los vicios que le permiten echar a andar las historias y una mujer envía cartas lejanas,
necias.

Recuerdo lo mas cercano a la amistad, a la que se siente todo el tiempo como si hubiésemos sido creadas el mismo día con la mismo polvo estelar siempre tuya pensé y enseguida todas las piezas cambiaron de lugar, es tan fácil dejar de sentir cariño, olvidar, pedir perdón por cualquier cosa, mirar lascivamente y luego llorar llorar mucho, las historias sencillas no existen.

Los defectos humanos parecen solo ser debilidades por amor o lo que se le parece, sentir de nuevo estrellas chocando con tu cuerpo.

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