lunes, mayo 16, 2005

tu hogar

Lejos de lo cotidiano, mas allá de lo que ves, de lo que crees que soy, se esconde entre algunas ramas secas un corazón, totalmente entregado a las brazas, latente vivo, desesperadamente azul.

Si me miras bien a los ojos encontraras un bosque lleno de caminos que nadie conoce, de árboles de frutos dulces, de luciérnagas que iluminan el intrincado paisaje.

Y mis brazos son para ti, el dulce olor de mi piel también, que mis ojos sean un refugio del mundo para ti, y en mi corazón duermas.


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